domingo, 28 de septiembre de 2008

Cuento Francés


Sus ojos no dejaban de mirar la copa... las risas nunca cesaron,una vez más se había quedado perplejo a la voz de su amada que le decía, contigo no puedo estar...Él trató de ahogar ese recuerdo, pero era imposible, todas las cosas reales y las que no, tenian su presencia.Recordarla era su tortura y sentir que no podia tenerla entre sus brazos y besarla con besos de amor era su muerte en vida.Se comió su tristeza y dolor, para dejar florecer su obsesión.Sus ojos no dejaban de mirar la copa... la desición estaba lista, el escenario tambien, Una vez más le preguntó; ¿Estás segura que quieres dejarme?,ella asombrada por su regreso y con su mirada quebrada se volvió a contestar: contigo no puedo estar...Levantó la copa y dio un golpe contra la mesa, ésta de inmediato se rompió, tomó del brazo a la joven y con fuerza deslizó la copa rota por su brazo, produciendo uno de los cortes que acabaría con su vida.Llorando la abrazó y en silencio la besó, más tarde con la misma copa él terminaría con su propia vida.Las risas nunca cesaron...Esa noche la copa fue testigo del vino más espeso que alguna vez pudo portar...

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